El PROCESO
LA HECHURA
Primer Etapa: Conocer el temperamento y aptitudes de cada caballo.
En esta etapa se trabaja sobre la mansedumbre y el temple. Se busca el balance del caballo, tanto al paso, trote o galope. Siempre haciendo mucho hincapié en las tres marchas. Se analizan las virtudes y debilidades de cada caballo, y a partir de eso, se trabaja más sobre los defectos que sobre las virtudes naturales.
Es una etapa donde se descarta, es decir, si no cumple con los requisitos mínimos, el mismo no continúa con el proceso de hechura. Buscamos familiarizar el taco, la bocha, el jinete y el caballo, es decir, taquear en cualquier marcha y tanto de derecho como de revés. Una vez que logramos que el caballo esté manso y con confianza es cuando se le da descanso para asimilar y descansar sobre todo lo aprendido.
Segunda Etapa: Escuela y trabajo para asimilar etapa anterior.
En esta etapa es donde se empieza a interiorizar en la cancha de polo y empezamos a jugar prácticas acordes al momento de cada caballo. Se empieza a exigir más, esto implica el acorte de curvas, paradas o corridas más. Tienen que tener las bases bien asentadas. Esta etapa puede ser entre 2 y 3 agarradas de entre 20/30 prácticas.
Tercera Etapa: La apretada.
En esta etapa, el caballo está listo y ya juega al polo a buen ritmo, viene el momento clave que es la apretada. Un momento muy importante y sensible, donde empezamos a contemplarlos mucho y se sabe definitivamente el futuro o destino de cada caballo. Vamos viendo hasta donde soportan las presiones y llevamos al caballo a su máxima exigencia, jugando torneos. Ahí es donde el caballo nos va a mostrar si está listo para continuar su carrera deportiva.
En ninguna de las tres etapas se puede olvidar que lo más importante es el caballo y los tiempos de cada uno son diferentes. Siempre sin importar la etapa en la que estamos es muy importante la estructura tanto en temporada como fuera de ella (descansos).